Los periódicos de todo el mundo abrieron en su primera con la noticia del asesinato de los periodistas del semanario Charlie Hebdo, EL MUNDO también. Importaba la opinión y aparece ARCADI ESPADA, escritor, periodista, “opinador” y tertuliano. En Crimen y Castigo, lo importante es que el EXPRESIDENTE Zapatero estuvo ayer en la puerta de la Embajada en Madrid. Dice el de la espada, que se mostró conmovido, dijo Zapatero que quería mostrar su solidaridad con Francia por lo mucho que había ayudado a España en la lucha antiterrorista. Esto al gladiador le supo a poco. Censura que el EXPRESIDENTE Zapatero no haya renunciado a su adolescencia al participar en la Alianza de Civilizaciones, una iniciativa de las Naciones Unidas y de mucha gente. Afirma que ya debería de entender lo que llamamos Occidente, con su abrasadora superioridad moral, que debe equivaler a la abrumadora superioridad de todos los occidentales sobre todos los musulmanes. Todos los musulmanes son los responsables del crimen.
Cita un párrafo de Zapatero en el International Herald Tribune que le envía su lector Antonio Donaire(que detalle para un tertuliano que acude a sus tertulias televisivas sin móvil ni tablet porque todo lo tiene, o parece que lo tiene, bajo su cuidada y desenfrenada melena), en el que habla sobre la libertad de expresión, las caricaturas y su legalidad y su rechazo desde el punto de vista político y moral por el respeto a sensibilidades diferentes.
Aunque no soy lector suyo, le puedo recordar, dice la Biblia …..”Dios no existe”, pero antes dice “Dijo el necio en su corazón: Dios no existe.
Otro adalid de la espada y de su imperio, José María Aznar: Fíjese si nosotros sabemos de musulmanes que tuvimos que expulsaros después de 800 años.
Para la espada del “opinador”, lo que explota en sus sienes es el castigo y no me extraña, el castigo para cientos de millones de ciudadanos, que según él han asesinado a 14 ciudadanos.
Mi respeto, admiración y reconocimiento a todos los que con sus caricaturas nos descubren la realidad de la vida, incluso la que no vemos.
