miércoles, 20 de diciembre de 2017

RAJOY A DOS BANDAS …. O TRES

Mariano Rajoy estuvo hasta los quince años en León; no le adoctrinaron en el nacionalismo, porque en aquel momento no sabía que en 1188 se celebraron  Cortes  bajo el reinado de Alfonso IX. De mayor, tampoco se enteró aunque su partido, el PP Gobierna en  Castilla y León, y la Junta concedió  en 2011 a la ciudad de León, el titulo de cuna del parlamentarismo, y la UNESCO, en 2013 reconoció en León “el testimonio documental más antiguo del parlamentarismo europeo”. Puede que Rajoy no hubiera estudiado esto en León, puede que se le hubiera olvidado si lo estudió, que no  tuviera presente ese dato ante la primera ministra May, o que tratara de de agasajarla con una lisonja entre estadistas, o como muestra de proximidad; como cuando le dijo al Presidente Trump que era amigo de Nadal, con lo que le molestaría a Trump que Nadal, un hispano, ganara en esos días  el abierto de EE.UU.
Rajoy pidió perdón a los leoneses, se consideró leonés de adopción y valoró la llegada a León del AVE, inaugurado por él mismo y la ministra de Fomento Ana Pastor el 29 de septiembre de 2015 y que llevaba desde 2008 en un baile de fechas. Por cierto, Felipe González llevó el AVE a Sevilla, Zapatero a León y Rajoy ¿cuándo a Galicia? En la oposición, él pedía fechas concretas al Gobierno del PSOE, y la Xunta de Galicia se quejaba del retraso de las obras y exigía compromisos de fechas; ahora Rajoy en el Gobierno no tiene prisas ni es prioridad, y la Xunta “comprende” que no se cumplan los plazos.  
Rajoy,  fue declarado persona “non grata” por el  Ayuntamiento de Pontevedra por  haber concedido una prórroga de 60  años a  ENCE Celulosas, que debería abandonar la Ría de Pontevedra en 2018; concesión de prórroga otorgada con nocturnidad, alevosía y con el Gobierno en funciones. Nunca pedirá perdón y pasará a la historia, por tamaña catástrofe para la Ría y las gentes de ambas riberas y para todos los que pasan o visitan Pontevedra, ciudad premiada por organismos mundiales y nunca visitada oficialmente por el Presidente Rajoy. Ya no asiste a la Plaza de Toros en las Fiestas de la Peregrina,  ya tampoco pasea Pontevedra pero sí asiste al Baile del Casino donde sus amistades, sus colocados y sus aduladores aspirantes  a ser colocados le ofrecen ánimo hasta altas horas  de la madrugada.
Rajoy que participaba en la V Cumbre Unión Africana-Unión Europea, en un momento de descanso o de “morriña patriótica” visitó el patrullero Infanta Cristina, fondeado en el puerto de Abiyan, y a bordo, les comentó a los marinos que luchaban contra la piratería, la inmigración ilegal y el narcotráfico que él había vivido en la calle Salvador Moreno y no sabía porque le habían cambiado el nombre (que ahora es Rosalía de Castro), pero que él le sigue llamando igual. Se levantó la polémica, saltó a los medios y tertulias, el Intermedio le explicó a Rajoy escolar, la figura del Almirante que mandó bombardear a civiles en Málaga y Gijón.
Otros opinan que Rajoy sí sabía perfectamente las andanzas del Almirante, pero que aprovechó la lejanía de Marín en África y el acercamiento a la tropa de la marina, para provocar un titular de entretenimiento.
Incluso otros, en una tercera banda comentan que es un ataque más a la Ley de Memoria Histórica, por  tres motivos: primero, porque cumplió su promesa de derogar de facto la Ley de Memoria Histórica al dejarla sin fondos; segundo, que el cambio de nombre se produjo en 2002, 15 años antes de la Ley de Memoria, en 2008, por moción de los Concejales del BNG y PSOE, y por supuesto con el voto en contra del PP; con lo que sin ley o con ley, se mantiene  y perdura el posicionamiento propio; tercero, “yo la sigo llamando Salvador Moreno”, actitud que recuerda al ínclito antecesor, Aznar ”las copas de vino que tengo o no tengo que beber, déjame que las beba tranquilamente” dijo el Medalla de Oro de la Academia del Vino de Castilla y León.