martes, 18 de julio de 2017

LOS INCENDIOS Y LOS BOMBEROS EN GALICIA

Desde el año 1976  se han quemado en Galicia 1,6 millones de hectáreas, el 55,5%  del territorio gallego actual; de los más significativos, en 2005 más de 60.000 ha, en 2011, más de 40.000 ha, en 2016 casi 96.000 ha, aunque Feijoo, entonces líder de la oposición, basándose en una web especializada en cartografía aseguró que  la superficie quemada era de 175.000 ha. Un dato significativo es que 74 de los 100 municipios donde más fuegos se produjeron entre 2001 y 2014 son gallegos

El Consello de Contas, fiscalizador de las cuentas públicas en su informe publicado en el verano de 2016 dice “  Aunque el primer objetivo del Plan Forestal era la estructuración y capitalización de los espacios forestales, transcurridos 20 años los esfuerzos presupuestarios se siguen concentrando en los programas de prevención y extinción de incendios” (Podríamos precisar que en extinción de incendios), continúa “ Para el año 2012 se preveían un 13,20% para la prevención de incendios y un 86,80% de inversión para políticas forestales, pero en realidad 100 millones para los incendios y 50 millones para la ordenación de producciones forestales. Concluye el informe con recomendaciones a la Xunta, entre ellas “primar las inversiones para la reestructuración y capitalización de los montes con el fin de que cara al futuro se tengan que destinar las cuantiosos recursos que se destinan en la actualidad en medidas de prevención y extinción de incendios. La Xunta ignoró los datos y las recomendaciones del Consello de Contas y Tomás Fernandez-Couto, Director General de Ordenación y Producción Forestal con  Feijoo desde 2009 y antes con Fraga de 1996 a 2005 afirmó” ….gracias al Plan de Incendios, que ha devuelto la confianza a los propietarios forestales que antes tenían el convencimiento de que el fuego daría al traste con sus esfuerzos” El Consello respondió que era una opinión y que los suyos eran datos.
Contas también analiza la gestión forestal del personal autonómico  “La dedicación del personal del distrito forestal a lo largo del año a trabajos propios de prevención y extinción de incendios dificulta la dedicación a tareas propias de extensión forestal que permitan estar en contacto con los propietarios de los montes para intercambiar ideas, conocimientos y técnicas que contribuyan a mejorar los montes…. Hay una escasa planificación de las actividades del distrito forestal e insuficiente coordinación de los servicios de los  que dependen: servicio de montes, y servicio de prevención y extinción de incendios”.
Galicia es la única Comunidad Autónoma que ha privatizado el servicio de extinción  y emergencias, a través de parques comarcales. El modelo nació con Fraga en colaboración con las cuatro diputaciones, que eran del PP; hoy solo la de Orense es del PP   y se está pensando en revertir el modelo. Tres empresas y las consiguientes subcontratas se reparten los 23 parques comarcales, cada parque cuenta con 20 efectivos, en guardias de 3 elementos. Los problemas son múltiples, las denuncias numerosas, la falta de coordinación y recursos, reclamada por los propios trabajadores y la ausencia total de colaboración con los  bomberos municipales. En el accidente de Angruas, como dijo el  muy ilustre portavoz del PP  en el Congreso de los Diputados (mucho el interés por esa tragedia y su esclarecimiento y responsabilidades) los bomberos de Santiago se quejaron del papel de los bomberos privatizados que aducían que ya habían cumplido con su horario (la privatización también hurgó en la tragedia de Angrois, los médicos del Servicio Público de Conxo, próximo al accidente, estaban en su puestos, pero las ambulancias y heridos eran trasladados a centros privados- concertados más lejos y con más saturación. 

Incendio en Fodicosta, con dos camiones y actuando sólo un bombero

En mayo del año pasado, la fábrica de pescado de Fandicosta sufrió un voraz incendio a las 17,45; por el protocolo establecido acudieron 3 camiones del Morrazo, con un bombero cada uno, después  se unió un camión cisterna de Porriño. Desde Teis, a nueve minutos del incendio, los Bomberos del Ayuntamiento de Vigo solicitaron al 112 permiso para actuar, dado que tenían más medios, tanto materiales como 22 bomberos y un protocolo especial para grandes incendios; la autorización fue denegada hasta en tres ocasiones y cuando estos bomberos llegaron al lugar del siniestro, el 112 les recriminó “Quien os ha mandado venir”  También fue rechazada la colaboración de los Bomberos del Ayuntamiento de Pontevedra. El retén de Teis reclamó al 112 la intervención de remolcadores desde el mar para colaborar ya que el fuego se aproximaba a los depósitos de 10.000 litros de amoníaco. A las 19,30 se desplomó todo el revestimiento exterior de la fábrica; total 400 empleados sin trabajo, ERE  para la empresa y lucha política; el muy eficaz Conselleiro Rueda, ”Me congratulo de decir que el operativo  funcionó bien, que los profesionales se coordinaron bien y se siguieron los protocolos a la hora de avisar a los bomberos”  ¡Ay, los protocolos¡
Mar Castelnou, Inspector de Bomberos de la Generalitat de Cataluña, jefe de los GRAF, equipo de especialistas en incendios forestales ha sido elegido en un equipo de 12 expertos independientes que analizará el origen, características y dinámicas del incendio de Portugal, a la pregunta formulada por El País ¿lo de Portugal podría pasar mañana? Contesta “Podría pasar esta tarde”. Reconoce lo que ha pasado en Portugal: bosques que están viejos, invadidos por especies de fuera de su entorno, que necesitan adaptarse al cambio climático….. Lamenta que se invierta básicamente en extinción, un fondo perdido porque no pone fin al problema, sino que incluso lo agudiza. Asegura que Portugal tiene ahora un incentivo para cambiar la política y eso implica cambiar la economía y la relación de la sociedad con el paisaje. En Galicia tenemos las mismas condiciones que Portugal, bosques viejos con leña almacenada, invasión de eucaliptos……podríamos cambiar la política de extinción por la de prevención, cuidado del monte y de nuestras especies, frenar la extensión de los eucaliptos,…. Galicia va camino de convertirse en un desierto de eucaliptos. Vanesa Molina, Vicepresidenta de Agencia de Bomberos Forestales “En Galicia tenemos el mismo potencial de riesgo que en Portugal, el mismo combustible vegetal, la misma orografía, solo tienen que darse las mismas condiciones meteorológicas.” Álvaro García, Fiscal de Medio Ambiente de Galicia” Somos campeones en extinción, pero hay que hacer políticas de prevención y gestión del medio rural”.
Se inicia el verano, altas temperaturas, cada vez menos lluvias y más tormentas secas, más leña vieja y desordenada en los montes, más eucaliptos que han repoblado lo quemado hace 10 años, más eucaliptos que se han recuperado de la quema; regresarán los incendios, más brigadistas, más aviones…. pero todo sigue igual, esperando el gran incendio para entonces pensar en el cambio de política forestal. Pero la culpa es de los gallegos, porque no duermen en sus propiedades del monte para vigilar que no las quemen, como afirma Tomás Fernández Couto; los gallegos parece  que tienen en su ADN  quemar el monte; pero muchos gallegos saben que cuando le hacen una oferta por la madera, le advierten que si no bajan el precio, menos van a recibir cundo esté quemada,  a veces, cuando se quema alguien paga para después conseguir edificar o alguien paga, cuando pasados los años se vuelve a repoblar.
Es urgente un cambio en la política forestal, es responsabilidad de todos los gallegos, una política de cara al cambio climático que ya está aquí, porque hasta Mariano Rajoy dejó de confiar en su primo y aunque anunció una Ley de Cambio Climático y de Transición Energética, no está entre sus prioridades. El Gobierno de la Xunta, tiene que abandonar su política heredada, abandonar su dependencia forestal de ENCE CELULOSA  y trabajar con todos los partidos políticos, con los Concellos y los pequeños propietarios de los montes para que la Galicia verde, lo vuelva a ser. No un desierto de eucaliptos con mucha pasta para los que hacen pasta.