En verano los Ayuntamientos contratan socorristas para atender las necesidades de los bañistas en las playas. Los socorristas en las piscinas de las urbanizaciones y públicas están sentados, dominando la perspectiva, con gafas de sol y, a veces, bajo una sombrilla. Lo de sentados debe estar incluido en el perfil, porque en algunas playas, también están sentados.
En la playa de Rodeira, una playa urbana, de las treinta y seis playas de Cangas de Morrazo, que tiene una longitud de 900 ms, hay cuatro socorristas sentados en sus sillas en una tarima situada en los primeros 200m de playa, enfrente al puesto de socorro. El puesto de vigilancia, situado en el centro de la playa y en alto, está vacío, no se usa. Los otros 700m, están ¡lejos¡
Un socorrista está de espaldas a la playa observando al personal que transita por el paseo. Ante esta situación extraña, un ciudadano que pasaba por allí se acerca y le dice ¿ sabéis que a la Playa de las Catedrales le quitaron la bandera azul por la publicación de una fotografía en la que un socorrista estaba dormido? El socorrista de los prismáticos responde “pero esta playa no tiene bandera azul”
La playa de Nerga, a pocos kilómetros y frente a las Islas Cíes, si tiene bandera azul y 700m de longitud. En su acceso se encuentra el puesto de socorro. Tres socorristas se apoyan en el mostrador y un cuarto descansa en el interior en una hamaca. De vez en cuando recuerdan por altavoz a los bañistas que no se pueden bañar en la zona señalada para los barcos. Desde el puesto de socorro hasta el final, quedan 600 metros.
En la playa de Tanxil, en Rianxo, tres socorristas y una socorrista están sentados en sillas de playa ante el puesto de socorro. Dos socorristas se suben a la zodiac y se acercan a un barco fondeado a pocos metros de la playa. Recogen un paquete y se adentran por la ría de Arosa hacia lla de Arousa o Vilanova. Pasadas casi dos horas, la zodiac no ha regresado. ¡ las riquezas de la Ría de Arosa¡
En Galicia hay playas accesibles, con servicios y dotaciones para atender a las personas con movilidad reducida. Los socorristas, entre sus funciones, tienen o deberían de tener, la de ayudar a las personas con movilidad reducida que están en la playa. Una persona con movilidad reducida solicitó asistencia para acceder al agua y un socorrista le contestó que el agua estaba muy fría ¡ a una persona que usa silla de ruedas y que siente el agua todavía más fría!
Siempre nos habían dicho que los servicios han de prestarse en el lugar y momento en los que surge la necesidad. Un marino y buceador que en su juventud había sido socorrista, nos aclara que un socorrista tiene que estar en el puesto de vigía, en la atalaya; otro en el puesto de socorro, y los otros dos patrullando cada uno por media playa.
Nuestro reconocimiento a las socorristas y a los socorristas que cumplen con sus funciones y que “ in vigilando” recorren la playa para atender en el lugar y en el momento a las personas que necesitan de su socorro.
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