En noviembre fueron condenados dos estudiantes, un parado, una viuda y un miembro de la plataforma de la enseñanza pública a 60€ de multa, y a 90€ el último por ser “escoria del 15 M ”, por “insultos graves a la autoridad” al llamarle a Wert “hijo de puta”, “chorizo”, “ladrón”. Fue en Santander, en la Universidad Menéndez Pelayo. No dice la noticia, y no sabemos de la sentencia, cuántas veces se lo llamaron, o cuántos euros valía cada uno de los adjetivos. Tampoco sabemos si el cabreo, de los condenados por los recortes en educación de Wert, fue un atenuante en la condena o un agravante. Tampoco sabemos si sólo fueron esos cinco los que insultaron, aunque si sabemos que fueron identificados por las fuerzas del orden público. Siendo un mal trago para el Sr. Wert, creemos, que por su talante, lo asumiría con desagrado. Parece que esta intervención policial se haría con afán intimidatorio, porque si se multara a todos los que se manifestaron con insultos, incluso graves, en 36 ciudades contra los recortes de Wert, se podrían contratar a unos cuantos profesores ¿que es mas grave, un insulto grave o dejar sin el apoyo de un profesor a un alumno que lo tenía y necesitaba?
Puede que el insulto más caro en euros haya sido el de “hijo de puta”, porque “ladrón y chorizo” son tan comunes que no sé si llegan a insulto. Pero depende donde se diga y quien lo diga, porque si lo dice Esperanza Aguirre, a micrófono cerrado, no vale nada, bueno también depende de cómo, ella dijo “al hijo puta ese”.
Wert también es responsable del fútbol y ha dicho que las deudas del fútbol las pagará el futbol; pues aplicando el afán recaudatorio, por insultos graves al árbitro se podría recaudar para tapar los agujeros del fútbol e incluso para mejorar la calidad y eficiencia de algo.