Cada año pasa más desapercibido el día 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Por desgracia no es porque las personas con discapacidad ya sean personas a secas, como todos. Es cierto que la Carta De los Derechos Humanos no se cumple íntegramente después de 65 años, pero los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad que sólo tienen 5 años no deberían de tener un desarrollo tan lento. Hemos escrito a lo largo décadas de los derechos humanos de las personas con discapacidad, 500 millones de personas en el mundo, 650 millones, la minoría más mayoritaria del mundo. Se ha aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad, y el Reino de España el 3 de mayo de 2008 ratificó la Convención y el Protocolo Facultativo, lo que obligó a cambios en 13 leyes.
Dice el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, para apoyar su ley sobre el aborto y eliminar el supuesto de malformaciones del feto, que las personas con discapacidad en España tienen los mismos derechos que el resto de los españoles. Podría incluso decir que son iguales ante la ley pero sería una osadía, otra más suya, el mantener que las leyes, su cumplimiento, son iguales para ellos.
Tiene mucha razón en quejarse cuando le insultan por la calle, paseando con su familia y su perro, pero más razón tienen las personas que no pueden pasear por la calle, que no pueden entrar en un restaurante, los niños a los que no se admite en el colegio porque el colegio no tiene los profesionales adecuados o les han retirado los profesores de apoyo, las personas que están preparadas para un puesto de trabajo pero no las admiten porque tienen una discapacidad, las personas que más lo necesitan y a quienes más le duelen los recortes indiscriminados e injustos.....el niño de procedencia de Ecuador al que no se otorgan los derechos por su falta de españolidad al no saber quien es Mariano Rajoy.
No solo no se cumple con los derechos reconocidos en la Convención que España ratificó, sino que se ocultan los derechos porque no se difunden las Directrices para la presentación de comunicación al Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad con arreglo al Protocolo Facultativo de la Convención. Todo está bien porque no hay denuncias.
Si no se reclama, si no se denuncia, la culpa será de las personas con discapacidad; no señor Ministro, será suya por no velar por el cumplimiento de las leyes para con aquellos que más lo necesitan.
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