Las
cifras de los violentos también fluctúan entre los doscientos y los mil; los
detenidos sí se fijan en 24, pero pese a su concreción la cualificación es
dispersa.
Venían
400 gallegos en tren, que no fueron controlados por la policía; pero había
muchos más y algunos armados con gaitas, tambores, panderetas y vieiras; fueron
detenidos algunos entre los violentos, pero muchos se escaparon, tres eran de
Resistencia Galega; más tarde se matizó que eran simpatizantes de Resistencia
Galega, pero Libertad Digital pone el acento, “eran filoterroristas gallegos”;
y más tarde se concluye que eran independentistas gallegos y catalanes, pero
también algunos activos y reincidentes de extrema derecha.
El
descontento policial seguía apuntando hacia arriba y arriba se encuentra la
política, y allí también se producen tensiones, informaciones interesadas y
fines ajenos a la manifestación y a la violencia desatada a su término.
Ana Botella
quiere “ordenar la autorización de las
manifestaciones” pero Cristina Cifuentes le recuerda que en vez de pedirla por
los periódicos que se lo pida a ella que es la responsable. Ignacio González se
apunta y aprovecha para que las manifestaciones no lleguen a Sol y le amarguen
la entrada y salida a su despacho. Jorge Fernández, se sube al carro porque
aprovecha cualquier resquicio para empujar su maltrecha Ley de Seguridad Ciudadana.
Pero Cristina Cifuentes, aspirante como Botella y González, busca su espacio y
aunque no cuenta con el apoyo del místico Ministro del Interior, si parece
contar el de Presidencia y, dependiendo
de las encuestas, de lo más alto.
La
política también nubló las posibles consecuencias de la marcha por la dignidad,
la muerte de Adolfo Suárez estableció un corifeo de adhesiones que convino a
toda la clase política y a las relaciones entre ellos, pero la calle aprovechó
la ocasión para, al paso del cortejo fúnebre, exigirles coraje y valentía.
Mientras
tanto, el Ministerio del Interior será
un jardín de plantas de goma y un patio de comunidad de vecinos mal avenidos; los 250.000 desahucios desde 2008, 40.000 de 2012 y 60.838 de 2013 se
incrementarán en 2014 ;disminuyen las becas de comedor y los niños los colegios
públicos repiten tres platos de lentejas y doce albóndigas en su única comida;
ocupamos el segundo lugar en pobreza infantil tras Rumanía; Caritas se ve
desbordada pero la Iglesia Católica sigue subvencionándola con el inamovible 5%
,mientras nos pide la cruz para la casilla en la
declaración de la renta; Montoro se ríe de Caritas y de los que no se creen sus
previsiones, que no datos; los preferentistas robados siguen protestando, pero
los banqueros siguen disfrutando; los corruptos están libres y los jueces que
quieren juzgarlos, inhabilitados; la sanidad pública pagando la privada; la
educación recortada……. todo un desierto de dignidad
Una de
las mayores manifestaciones de los últimos años, por una de las causas más
justas, por la dignidad, no pasará a la historia; y el esfuerzo de muchos, la solidaridad
nacida en todos los que le ayudaban a su paso permanecerá en el recuerdo, pero quedarán
las cenizas esperando nuevos vientos y las semillas germinarán cuando puedan
amanecer nuevas primaveras.
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